Las empresas cada vez necesitan recoger más datos para elaborar análisis y predicciones. Como consecuencia de la pandemia, esta cantidad se ha aumentado en un 56%, pero ¿tienen las empresas capacidad de tratar todos estos datos?
Según el informe Data Paradox, llevado a cabo por Forrester, el 70% de las empresas asegura que recogen más datos de los que les es posible analizar y usar.
Una parte clave del problema, según el 60% de los responsables de datos, son los silos de información no utilizados por las empresas, que acaban por ralentizar o impedir que establezcamos una correcta estrategia de datos.
Beneficios de la optimización en la nube
En atSistemas, analizamos algunos de los beneficios que nos aporta la optimización de los datos que se encuentran en estos silos y su traslado a la nube.
Mejorar el almacenamiento
Actualmente, las organizaciones se enfrentan al problema de cómo optimizar el espacio de almacenamiento. Existen diferentes estrategias entre las que se encuentran reducir los silos de datos o establecer un control más exhausitivo sobre gran parte de estos datos.
Esto ayuda a evitar la duplicidad de datos, permitiendo el acceso a la información por parte de todos los empleados y reduciendo el número de copias que estos almacenan en sus dispositivos físicos.
Mayor comunicación y colaboración
Gran parte de la información almacenada en los silos termina por ser olvidada por parte de los empleados, directivos incluidos, pudiendo provocar una barrera en el desarrollo de la actividad de la propia organización.
El almacenamiento en la nube pone a disposición de los empleados información en tiempo real para que estos puedan basar en ella sus decisiones, permitiendo que estas sean las adecuadas. Además, mejora la transparencia de la empresa, ya que los diferentes equipos disponen de una información que les permite comunicarse y colaborar entre ellos.
Un buen uso de la información se traduce en una palanca de transformación y digitalización de las empresas, que priorizarán el análisis de datos e incrementarán su valor y potencial humano.
Análisis más competitivo
Una estrategia que permita recolectar datos de manera estructurada, aumenta la competititividad en gran medida. Tanto es así, que el 59% de los responsables empresariales (de acuerdo a un estudio de Deloitte) la consideran como un factor clave para imponerse a la competencia.
Una estrategia de datos bien aplicada, permite que las conclusiones del análisis de estos provoquen decisiones más acertadas y competitivas, pudienso ser los primeros en identificar las necesidades y oportunidades del negocio. Para ello es importante que la información sea visible para la organización, evitando que aparezcan silos y fomentando una buena migración de esta información en la nube.
Aprovechar al 100% los recursos
Es clave dentro de una estrategia de optimización apostar por tecnologías que eviten una mala estructuración y análisis de datos, independientemente de que tengan un elevado coste en sus primeras fases. De lo contrario, esto podría provocar la aparición de silos de información.
Las organizaciones que no utilicen estas tecnologías al 100% de su capacidad, estarán malgastando recursos, dedicando un elevado tiempo sin resultados claros y lo más importante, dificultando el desarrollo de su actividad empresarial.
Reducción de costes
Optimizar la información de silos de datos a la nube, supone un ahorro de costes significativos para las organizaciones, ya que deja de ser necesario disponer de un almacenamiento propio.
Este ahorro asciende hasta un 40% en inversión de software y hardware, un 31% en costes relacionados con el factor humano y hasta un 80% en el consumo de energía, de acuerdo a un informe de Red.es. Mejora además la flexibilidad en el acceso a la información por parte de los empleados, ya que deja de importar su ubicación física.
Nuestra opinión como expertos
Los datos suponen uno de los elementos clave dentro de la estrategia empresarial de las organizaciones y por ello estas deben confiar en la implementación de tecnologías que les permitan ser más eficientes y por lo tanto competitivas, sin importar su sector.
Pero la estrategia debe ir más allá, las empresas deben establecer mecanismos que velen por el correcto uso y renovación de estas tecnologías para seguir estando por encima de sus competidores.