Agile: ¿dónde tiene sentido?

Hola querido lector, si después de buscar mucho por la red has llegado hasta aquí, probablemente sea por alguno de estos dos motivos:

-O bien nuestra Comunidad Agile de atSistemas te ha compartido el artículo.
-O bien te estas planteando una de las preguntas más repetidas por las organizaciones. ¿Cómo abordo mi transformación Agile?

No en balde, la tendencia en la búsqueda de la palabra Agile en España esta en incremento.

Para armonizar expectativas, aclararte que en este post creemos conveniente que, antes de hablar del cómo es necesario hablar del dónde.

Para ello tomemos un pequeño respiro, más ahora en esta aparente situación de pánico y necesidad que tienen todas las organizaciones por transformarse y en la que parece que ya nada de lo que llevamos haciendo durante los últimos 25 años aporta valor en el entorno V.U.C.A en el que nos encontramos.

Por ello, es importante que profundicemos allí dónde sí tiene sentido incorporar los principios y valores del Agile Manifesto, así como sus frameworks, métodos y prácticas. Es importante que recordemos que la corriente adaptativa o empírica despliega todo su potencial en entornos de Incertidumbre.

Pero, Alcibíades ¡STOP! Antes de que sigas soltando "palabros" ambigüos como: volatilidad, empirismo y adaptabilidad ¿Qué es la incertidumbre? Y ¿cómo puedo medir el nivel de incertidumbre de mi proyecto, producto o servicio?

Bien! para aterrizar la idea de qué podemos entender por entorno de Incertidumbre contamos con la ayuda de Ralph Stacey, quien definió a mediados de los 90’s la siguiente matriz a.k.a: la Matriz de Stacey:

Simplificando y adaptando la misma a los entornos de desarrollo de software, podemos ver los siguientes ejes:

-          En el eje vertical se refleja el conocimiento de los requisitos de un producto o servicio.

-          En el eje horizontal se refleja el nivel de conocimiento que se tiene de la tecnología para materializarlos.

En función de ambos ejes, podemos reflejar los siguientes cuatro  entornos posibles:

1. Entornos Simples: Nivel bajo de incertidumbre. En este escenario, al tener claro que se desea hacer y como hacerlo, el siguiente paso suele ser su ejecución. (Entornos altamente predecibles ó predictivos)
2. Entornos Complicados y Complejos: Nivel medio de incertidumbre. Estos son, los entornos ideales para que los principios y valores Agiles brillen, y cobra importancia el descubrimiento, la mejora continúa y el feedback.
3. Entornos Anárquicos : Nivel alto de incertidumbre. Entornos donde reina el caos, de primeras, salvo que tengamos dentro de nuestro equipo a un miembro con el don de la clarividencia, aplicar Scrum, Kanban ó PMP suele servir de poco. Para poder afrontar estos entornos, recomendamos primero reducir el nivel de incertidumbre a un grado medio, bien sea a través de sesiones de descubrimiento de producto, por medio de un Lean Sprint (si necesitas más información sobre estas técnicas, no dudes en contactarnos).

En resumen y poniendo foco en el leitmotiv del artículo, tratando de dar una respuesta a alto nivel y ahora sí, desplegando todos los "palabros":

¿Dónde tiene sentido Agile?

Para nosotros, los Agilistas, la aplicación de principios y valores Agiles, así como de sus frameworks o métodos, cobra sentido y aporta valor en entornos con un nivel de incertidumbre suficiente para que un enfoque iterativo incremental dote a nuestros productos del valor que nuestros clientes necesitan.

Por tanto, los entornos en los que mejor funciona son aquellos complicados y complejos, según la matriz de Mr Stacey. Hoy en día estamos encontrando muchos casos de Fake Agile o, como nos gusta llamarlo a nosotros "Maquillaje Agile". La implantación de esta filosofía de trabajo no termina de encajar en ciertos entornos debido a que:

1. No tienen el grado de complejidad adecuado
2. Teniendo el grado de complejidad adecuado:
   1. No se impulsa el cambio desde la dirección de la compañía
   2. Las resistencias al cambio de los implicados no se gestionan adecuadamente y consiguen que el proyecto fracase

Hoy en día no hay organización que se precie que no tenga un tablero con post it que muestran con orgullo a otras personas internas y externas. Y no hay peor sensación que acercarse al tablero y ver que los post it tienen un dedo de polvo encima.

Otras veces las empresas no son capaces de superar el valle del duelo y en cuanto encuentran el menor problema se escuchan frases como "¿Lo ves? Ya lo decía yo, esto no es para nosotros, mejor seguir haciendo las cosas como siempre"

En resumen, necesitamos aplicar una transformación a un modo de trabajo Agile cuando el entorno en el que nos encontramos es el adecuado, cuando la madurez de la organización lo permite (tiene claro el porqué de esta transformación) y cuando hay un apoyo claro desde la dirección para acometer un cambio de calado.