Por Lorena Ruiz de la Cal
Cuando pensamos en conciliación se nos vienen a la cabeza países como Suecia, Noruega o Dinamarca. Todos ellos son popularmente conocidos por poseer la más alta calidad de vida de sus habitantes. Pero no sólo en lo relacionado a políticas sociales, educativas, sanitarias… etc. Si nos adentramos en el ámbito laboral, también han desarrollado una cultura corporativa que apuesta por la conciliación y por adoptar medidas que ayudan a los trabajadores a compatibilizar ambas esferas de su vida, profesional y personal.
Si bien es cierto que en España aún tenemos que recorrer un largo camino hasta equipararnos a nuestros vecinos europeos, también lo es que cada vez son más las compañías que, desde hace unos años, se han vuelto conscientes de esta necesidad y apuestan por medidas que ayuden a sus empleados a conciliar y, como consecuencia de ello, a ser más felices.
Así, el teletrabajo se ha alzado como la medida conciliadora más demandada y valorada entre los profesionales en activo.
Esta modalidad nos permite realizar nuestras responsabilidades diarias desde casa o desde cualquier otro espacio ajeno a la oficina. El único requisito es que dispongamos de un lugar que esté acondicionado para ello, esto implica contar con el material técnico necesario y estar en contacto directo con cualquier compañero a través de nuestros canales habituales de comunicación.
Los beneficios del teletrabajo son muchos, tanto para la empresa como para el trabajador. Veamos los más destacables:
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Conciliación. La primera ventaja y la más evidente, es la posibilidad de equilibrar con éxito la vida profesional y la felicidad personal al tener un mayor nivel de libertad.
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Flexibilidad horaria. La adaptación del horario de trabajo en función de las propias necesidades personales aporta un mayor nivel de respuesta para atender posibles imprevistos de última hora en la agenda.
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Absentismo laboral. Esta modalidad de trabajo también reduce el absentismo laboral ya que el trabajador tiene una disposición de horario para gestionar su agenda de trabajo en beneficio de la conciliación laboral.
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Incorporación de talento. En un sector tan dinámico y exigente como el IT, facilita la búsqueda de los mejores profesionales. Ofrecer medidas de conciliación permite conectar con mejores candidatos al poder establecer colaboraciones de trabajo a distancia.
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Fidelización del talento. Desde el punto de vista corporativo, el teletrabajo fideliza a los empleados, ya que lo valoran como una mejora de su calidad de vida. Esta posibilidad también se contempla como una medida para facilitar la continuidad y el crecimiento profesional de los empleados que apuestan por seguir desarrollándose en la empresa, valorando que ésta sepa adaptarse a las diferentes situaciones personales que experimentan.
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Trabajo por horas vs. trabajo por objetivos. Cada vez son más las empresas que priorizan el trabajo por objetivos en lugar de seguir enfocando el valor en la gestión del tiempo. Este cambio de mentalidad, en parte como consecuencia de las propias demandas del mercado actual, mejora la marca corporativa de la empresa y, sobre todo, hace aumentar la productividad de los empleados, ya que permite que las personas se puedan planificar, ordenen sus prioridades y observen su avance en el cumplimiento de un objetivo.
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Productividad. El teletrabajo permite, además, una mejor gestión del tiempo. Evitarte los atascos en hora punta para ir y volver a la oficina, los horarios del transporte público, las horas “muertas” de la comida cuando la jornada es partida... permite una flexibilidad en la gestión del tiempo que tiene consecuencias positivas en la productividad, aumentando el rendimiento y la eficiencia de las horas de trabajo.
Como vemos, son muchas las bondades del teletrabajo. Sin embargo, hay ciertas cuestiones que debemos tener presentes a la hora de impulsar esta medida para no generar en los empleados falsas expectativas y que su disfrute sea exitoso:
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Debemos tener presente que la realidad del sector IT no siempre posibilita/facilita que todas las personas puedan disfrutar de esta medida de igual manera. La gestión que hay detrás de implementar el teletrabajo en una compañía IT, pasa por un exhaustivo trabajo para alinear el modelo de negocio (las características propias de cada proyecto, cliente, etc.) con la apuesta conciliadora que hace la empresa.
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Dar libertad a los empleados, entendida y ejercida siempre desde la responsabilidad individual. Esto supone fomentar la confianza y el compromiso (dos de nuestros valores corporativos). Confianza por parte de la empresa y compromiso por parte del empleado).
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Valorar cada situación de manera individual. Cada persona es diferente al igual que lo es su situación personal. Las políticas de recursos humanos tienen un alcance global, por eso es importante estar abiertos a valorar circunstancias más concretas y puntuales.
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Entender el teletrabajo como una facilidad que ofrece la empresa de la que poder beneficiarse, pero sin abusar de ella. Fomentar la flexibilidad en ambas direcciones, de manera que el empleado pueda disfrutar de esta medida siempre que no suponga un impedimento para el trabajo del equipo o departamento.
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No perder de vista la importancia del contacto personal entre compañeros. Al fin y al cabo, seguimos apostando por crear sinergias y fomentar la colaboración, y eso pasa por establecer relaciones que se afianzan día a día también compartiendo cafés, comidas, eventos…
No existe una única “fórmula del éxito” en cuanto a políticas de conciliación se refiere. El verdadero éxito de la conciliación radica en conciliar con éxito y, en este sentido, cada empresa tiene sus propias características y dinámicas, y hay que saber adaptar cada medida a su contexto, momento y cultura corporativa.