Salud y tecnología: un binomio indivisible

Sep 04 2018

Por Aurora Ferrándiz Cancio

La tecnología está transformando el mundo de la atención sanitaria. En los últimos quince años hemos pasado de un modelo de atención tradicional (y con mucha resistencia al cambio) a un modelo de atención en el que el uso de las tecnologías y la colaboración del paciente ha facilitado (y aún debe hacerlo más) una comunicación más directa entre paciente y médico. 

En este contexto, el uso de la tecnología en cualquier sistema sanitario genera múltiples ayudas: 

  1.  A un mantenimiento centralizado y sin pérdida de información de la Historia Clínica del Paciente que, además, puede ser accesible por varios profesionales en diferentes localizaciones, lo que facilita la movilidad del paciente.  

  1. A una interacción entre diferentes sistemas mediante el establecimiento de procesos de comunicación y el uso de un protocolo de comunicación común. 

  1. A la inmediatez en la recepción de información desde el paciente al médico y viceversa. 

  1. A una mejor atención a distancia a través de canales digitales. 

  1. A una rápida atención, tras la monitorización de constantes vitales y ante la aparición de alertas. 

Tecnologías que ayudan a la atención sanitaria 

El tipo de tecnologías que pueden ser utilizadas, y de hecho ya lo están siendo en la actualidad por profesionales de todo el mundo, es muy amplio. Así, por ejemplo, las aplicaciones web y móviles están permitiendo un acceso multimodal a través de distintos terminales. Por su parte, la videoconferencia ha generado un nuevo tipo de consulta mucho más rápida y eficaz, sobre todo en entornos rurales y en consultas psicológicas. 

Por último, los modelos predictivos basados en Inteligencia Artificial permiten ajustar un tratamiento si somos propensos a ciertas enfermedades: o tecnologías más recientes, como blockchain o DevOps, están permitiendo evolucionar los procesos hacia nuevos modelos más seguros y fiables.    

Prescripción electrónica 

 Sin embargo, una de las mayores ventajas que ofrece el uso de la tecnología en la salud es la posibilidad de tener asociado a un paciente la prescripción, especialmente en el caso de los pacientes crónicos, ya que evita desplazamientos innecesarios y la posibilidad de no tener disponible un medicamento necesario para una persona en el momento.  

El hecho de facilitar la validación para el farmacéutico desde la tarjeta del paciente evita, además, “tener que entender la letra del médico” y ayuda a controlar mejor los períodos de vigencia de una prescripción, así como la posología y el número de medicamentos a vender a un paciente.  

Por último, permite acceder desde la Historia Digital del paciente a todo el histórico de medicamentos prescritos y, en caso de los pacientes crónicos, facilita el visado de los medicamentos por parte de la inspección, puesto que los inspectores médicos podrían acceder al historial médico del paciente para comprobar que es una prescripción correcta. 

Interoperabilidad de sistemas 

Una barrera importante en la atención sanitaria ha sido la falta de comunicación entre diferentes sistemas, la imposibilidad de que el paciente accediera a su propia información, por ejemplo, en un Hospital, y que ésta fuera accesible desde un Centro de Salud. 

Es evidente que las necesidades y los modelos de atención tanto en un Hospital como en un Centro de Salud son diferentes. En un Hospital las especialidades y los servicios que se ofrecen son más diversos y complejos (y por tanto la información recogida). En un Centro de Salud se siguen unas pautas determinadas y en un caso complejo, se deriva a un especialista en un Hospital, pero eso no significa que deban ser dos islas, ya que esa incomunicación al final perjudica al paciente. 

La tecnología facilita esta comunicación, planteándose desde un sistema común tanto en Atención Especializada como en Primaria, o un sistema comunicado por sistemas Middleware. 

Y aquí entra en juego otro tema delicado en la integración e interoperabilidad de los sistemas de información sanitarios: la transferencia de competencias en Sanidad ha provocado que cada Comunidad Autónoma tenga su propio sistema de información y que no se haya definido ningún sistema de interacción y comunicación entre ellos.   

El primer paso hacia la interoperabilidad de los sistemas autonómicos es la Receta Interoperable, es decir, la posibilidad de que te prescriban un medicamento en tu comunidad de origen y te lo dispensen en cualquier otra. Hasta hoy, sólo faltan por integrarse en el sistema Andalucía, Comunidad de Madrid e INGESA (Ceuta y Melilla).  

El siguiente paso podría ser la compartición de Historias Clínicas y la posibilidad de ir a consultas, incluso aunque no estés empadronado en la comunidad donde deseas recibir la atención, lo que llevaría a una identificación común del paciente a nivel nacional. 

Consultas digitales 

Otra revolución que facilita la tecnología es el modelo de consulta. Hasta ahora para recibir atención debías desplazarte al Centro de Salud (aunque sólo fuera para recoger recetas).  

Con la atención digital se permite la atención en el momento a consultas que no requieran, por ejemplo, una exploración física como podrían ser las consultas psicológicas. Hoy en día ya hay múltiples profesionales que ofrecen sus servicios a través de plataformas digitales verificadas, lo que ha abierto a nuevos modelos de negocio de aseguradoras privadas o incluso a un modelo de atención del sistema público en zonas rurales. 

Requisitos de una solución digital de salud 

Cualquier solución sanitaria digital ha de cumplir con unos requisitos básicos, necesarios para garantizar la calidad y seguridad del servicio. Estos son: 

  1. Verificación de los profesionales que ofrecen su servicio. Los profesionales deben estar colegiados y con formación específica en los ámbitos sanitarios en los que ofrecen sus servicios. El número de colegiado deberá aparecer en la presentación del profesional. 

  1. Compromiso deontológico y de confidencialidad de los profesionales que forman parte del sistema. 

  1. Seguridad de los datos de pacientes y de las comunicaciones entre médico y paciente. Los datos sanitarios son datos calificados con el máximo nivel de seguridad.  

  1. Cumplimiento de la GDPR y LOPD (o normativa local del país en el que se ofrece el servicio). Registro del consentimiento expreso en el momento de la contratación de los servicios, acceso a los datos, derecho al olvido y las medidas de seguridad detalladas en el nuevo reglamento de la UE.   

Aurora Ferrándiz Cancio


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