Encontrarás toda la actualidad y novedades sobre cómo aplicar con éxito las nuevas tecnologías de IT para la Transformación Digital de las organizaciones.
En un artículo anterior ya resolvimos el dilema sobre si fue primero el software o el hardware, indicando que los primeros programas de ordenador fueron elaborados en 1843 por Ada Lovelace. No obstante, dejamos flotando en el aire la respuesta a la pregunta sobre cuál fue el primer ordenador de la historia. Como ocurre en ciertas ocasiones, una pregunta sencilla puede ser muy difícil de responder.
Innovar o morir. Esa es la cuestión a la que se enfrentan miles de organizaciones cada día. Y es que, en un mundo en constante cambio como el que vivimos, donde todos los ámbitos de la sociedad evolucionan a un ritmo vertiginoso, seguir haciendo lo mismo que nos ha funcionado en los últimos años ha dejado de ser una opción.
Desde tiempos inmemoriales existe la evolución. Evolucionar es mejorar. Es adaptarte a un mundo en cambio continuo. Evolucionar es saber que fuiste algo menos sofisticado y diste un paso más. Uno de los mayores impulsores de estas transformaciones es la tecnología, presente también en el ámbito empresarial a través de la Inteligencia Artificial (IA), una de las tendencias más claras en la empresa actual. Pero, ¿qué aporta realmente la IA a aquellas empresas que buscan constantemente la eficiencia máxima?
Si queremos empezar, que sea por el principio. En el pleistoceno de nuestro mundo, cuando el fallo de una impresora desencadenaba la creación de movimientos sociales ligados al desarrollo software... Vale, quizás no debamos retroceder tanto en el tiempo, la cuestión es que para empezar a trabajar se requiere mucha infraestructura: servidores, switches, firewalls o balanceadores de carga, por indicar algunos ejemplos. El proceso para adquirir todo esto para empezar con nuestro proyecto era el más costoso en tiempo; la adquisición podría llevar meses, la instalación de los sistemas, la configuración inicial, todo esto se realizaba de una forma totalmente manual y arcaica y todo eso está muy mal visto, ¿verdad? (se trata de demonizar esto).
A Raquel Millán no se le pone nada por delante. Es consciente de que la vida le ha dado una segunda oportunidad y está dispuesta a exprimirla al máximo. Hace unos días, nuestra compañera más “mediática” regresaba a España tras participar en una nueva edición del Reto Pelayo Vida: su gran aventura en el Nevado de Sajama después de que la montaña mostrara su peor cara y pusiera muy difícil culminar el gran reto. Pero, pese a encontrarse con vientos de hasta 60 km/h y hasta 30 grados bajo cero, Raquel no se rindió y es un ejemplo para otras mujeres que día a día tienen que enfrentarse a adversidades.
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