El crecimiento del sector IT en los próximos años vendrá impulsado por la inversión, el software, los servicios y los sistemas de centros de datos. En nuestro país, el gasto tecnológico rozará los 60.000 millones de euros y, por eso, la estrategia digital se ha convertido en un factor determinante entre las empresas. Gartner ha calculado que la inversión que se realizará en IT en 2022 superará los cuatro billones de dólares en todo el mundo, lo que supone un 5,5% más respecto al año anterior.
Dentro de este ámbito, analizamos las principales tendencias tecnológicas que protagonizarán 2022:
1. Low code
Implementar una plataforma de desarrollo low code es fundamental de cara a la aceleración dentro de las empresas de las descargas de aplicaciones, que en 2020 se incrementaron un 7%. Actualizar aplicaciones, dentro del contexto tecnológico cambiante en el que nos encontramos, y hacerlo de forma alineada con IT y negocio, puede ayudarnos en tiempos y objetivos a llegar a los resultados deseados. Estas plataformas de desarrollo low code emplean muy poco código, ya que se basan en módulos ya creados que permiten mejorar, cambiar e, incluso, actualizar una aplicación. Como se reutiliza el código, se abarata el proceso y, es por ello, que su desarrollo será cada vez mayor, ya que resultan muy rentables, permiten modificaciones sin que estas tengan que partir de cero.
2. Zero Trust Security
Llega una nueva forma de protección de datos: el modelo Zero Trust Security se impondrá en los próximos meses, ya que deja atrás protocolos de seguridad perimetrales dentro del contexto de teletrabajo, ya muy implantado en las empresas española, tras la llegada de la pandemia. Se trata de un modelo muy importante, si tenemos en cuenta que más de la mitad de los incidentes de seguridad que tuvieron lugar durante este año se produjeron a causa de errores humanos. Zero Trust Security es un modelo que parte de la base de que los usuarios no son de confianza, estén dentro o fuera de la red, y, por ello, elimina la confianza de esta fórmula. Cuando se implementa este modelo, se procede a autenticar al usuario y su dispositivo con el que accede. Cuando la comprobación demuestra que ambos son correctos, llega la autorización para operar. Para poder confirmar estos accesos se llevan a cabo cuatro pasos: verificar al usuario, verificar el dispositivo, limitar el acceso y el privilegio y aprender y adaptar sus protocolos de seguridad.
3. Compilación anticipada y Nanoservicios
En los últimos meses y, más aún en 2022, se está incrementando el uso de lenguajes de programación basados en la compilación “Ahead-of-Time” (AOT); esto es porque el AOT genera un fichero ejecutable de forma nativa a la plataforma en la que se va a implementar. Estas soluciones habilitan, a nivel de arquitectura, un nuevo concepto de unidad de ejecución que se conoce como “nanoservicio”, cuya característica principal es que se basa en servicios muy pequeños, muchas veces con una única función, y es que son altamente escalables. Para optimizar estos costes de ejecución de sus sistemas, se está apostando por soluciones basadas en compiladores AOT.
4. Industrialización de las plataformas de IA
La Inteligencia artificial (IA) ha llegado para quedarse y, por eso, su rápido crecimiento se traduce en una previsión de valor de 267.000 millones de dólares para 2027 en el mercado global. Una de las claves de su éxito es la industrialización, que se basa en tres claves: el primer paso para industrializar la IA de una organización pasa por sus fuentes de datos, que generan productos de datos con mayor acceso, calidad y disponibilidad para la operación. En segundo lugar, es necesario contar con la aportación y colaboración global de los distintos equipos involucrados para lograr esta innovación. Y, por último, todo esto no tendría sentido, sin una preparación previa que integre las soluciones basadas en IA dentro del marco operativo de las empresas, con las que identificar, con anticipación, procesos que deben de ser modificados, para permitir la adopción de las nuevas tecnologías, y sobre todo el establecimiento de estándares para la creación, prueba y despliegue de nuevos modelos de IA.
5. Hiperautomatización, mejorando la eficiencia operativa
Para obtener el éxito en un negocio, ya no solo es necesario el incremento de sus ventas; optimizar sus procesos internos juega un papel destacado para lograrlo. Esto supone fijar la mirada en tres factores imprescindibles: aprovechar los avances tecnológicos, adoptar nuevas formas de trabajo que optimicen la gestión de las personas y la automatización de los procesos. Pero, ¿qué es la hiperautomatización? Se trata de una combinación de soluciones basadas en RPA, asistentes virtuales, inteligencia artificial, machine learning o deep learning, entre otras, que permiten automatizar y mejorar la velocidad, eficacia y eficiencia de los procesos en todos los sectores. Optimizar recursos es, sin duda, uno de los objetivos fundamentales en este ámbito y, para conseguirlo, se prevé, según datos de IDC, que en 2022 el 45% de las tareas repetitivas de las empresas se automatizarán y/o acelerarán.
6. Internet of Behaviours
La recogida de datos procedentes del uso de dispositivos IoT y las interacciones que se tienen con ellos, es lo que conocemos como Internet of Behaviours (IoB), una tendencia cada vez más presente y en alza en los próximos meses en las empresas españolas. Con estos datos, obtenemos información muy valiosa sobre los comportamientos, intereses y preferencias de los usuarios y, gracias a ellos, las empresas pueden ofrecer experiencias totalmente personalizadas que mejoren su interacción con el usuario. Estos datos, además, pueden suponer el rediseño de la cadena de valor de las empresas, que podrán gracias a la anticipación a sus tendencias, adaptar sus productos y servicios para cubrir sus necesidades.
7. Infraestructura Multicloud
Se trata de una de las tendencias más al alza, respaldada por el Global Tech Outlook de Red Hat, que apuesta por un incremento del 13% durante este año. Son entornos en los que una empresa utiliza más de una plataforma de nube con al menos dos o más nubes públicas, y que resultan de una enorme utilidad, por su flexibilidad y escalabilidad, en función de la demanda. Gracias a estos entornos multicloud, reducimos la dependencia de un solo proveedor y aumentamos el nivel de seguridad. El entorno multicloud nos permite ubicar los recursos de procesamiento lo más cerca posible de los usuarios, y nos ayuda a reducir el tiempo de latencia mínima, y a conseguir un rendimiento óptimo y unos niveles de seguridad elevados.