Como hemos comentado anteriormente en el artículo de API y la economía digital, a medida que crece el número de consumidores y empresas que incorporan las apps y web en sus rutinas diarias, se están descubriendo nuevos y valiosos usos para fuentes de datos que antes se encontraban aisladas e invisibles.
Las API son las herramientas que permiten a las empresas capitalizar esos datos, inspirando a los desarrolladores a innovar, crear nuevas oportunidades de negocio y mejorar los productos, sistemas y operaciones existentes.
Toda empresa debería desarrollar una estrategia de API que incluya API tanto públicas como privadas. Cuando una organización lanza API públicas orientadas al consumidor, posibilita nuevas formas de interactuar y conectar con sus clientes a través de aplicaciones web, móviles o redes sociales. Asimismo, al desarrollar API privadas, puede ofrecer a sus empleados y socios nuevas herramientas que ayuden a optimizar las operaciones y prestar servicios aún mejores a los clientes. A medida que crece el número de empresas que van creando e incorporando API por lo que es cada vez más importante que las organizaciones innovadoras desarrollen y ejecuten una buena estrategia de API.
Las API potencian el negocio y ayudan a conectar con los clientes
Una API puede ofrecer a clientes existentes y potenciales nuevas razones para interactuar con una empresa, conectar con ella a nivel personal y compartir sus experiencias con otras personas. Tomamos como ejemplo el caso de una compañía de seguros para coche de ámbito nacional. A lo largo de los años ha estado operando y mantenido al día de manera habitual un gran volumen de datos, detallados y actualizados, sobre la calidad y el estado de las carreteras locales de todo el país. Dentro de su estrategia, propone dar acceso a estos datos, antes internos, al público mediante una API. De esta manera, la empresa fomenta la creatividad de los desarrolladores y las empresas relacionadas y los anima a idear nuevos usos para los datos mediante un API Market.
Los desarrolladores crean aplicaciones de manera autónoma que, por ejemplo, pueden recomendar rutas basadas en parte en la calidad de las carreteras y en los accidentes que hubo previamente. De esta manera, iniciativas ciudadanas crean aplicaciones con estos datos que estimulan a otros usuarios a conducir por zonas más seguras y con menos riesgos de accidente, también pueden presentar datos a sus representantes políticos con el fin de solicitar mejoras infraestructuras basadas en datos objetivos. Volvamos al inicio del ejemplo.
La compañía de seguros ofrece además a estos clientes potenciales que usan sus datos a ofrecer un nuevo canal para obtener tarifas de pólizas, cuando y donde lo prefieran, a través de aplicaciones móviles y web u otros. El mero hecho de exponer estos datos, que antes estaban aislados y ocultos, mediante una API pública ha dado a la empresa una forma excelente de extender su alcance a miles de nuevos clientes, que ahora interactúan habitualmente con ella de forma más personal y significativa. Esta estrategia de API ha permitido a esta compañía llegar mejor a los clientes, así como crear nuevos productos y canales que pueden utilizarse de formas cada vez más innovadoras.
Optimizar las operaciones
La compañía de seguros también pudo desarrollar API privadas para sus propios empleados y socios para ofrecer a su fuerza comercial información en tiempo real que les ayude a presentar propuestas de pólizas bien ajustadas de forma más eficiente, aunque se encuentren viajando, a través de aplicaciones móviles o web u otros.
Un API distinta podría permitir que el departamento de reclamaciones de la compañía acceda más fácilmente a los datos que le ayudarán a tramitar las solicitudes de los clientes con mayor celeridad, comodidad y menos errores. Se tratan de meros ejemplos de cómo una estrategia de API puede mejorar la eficiencia operativa y el servicio al cliente para las empresas.
El reto de desarrollar e integrar API para empresas
Con el tiempo, las empresas tienden a desplegar una combinación cada vez más compleja de tecnologías, sistemas informáticos, aplicaciones y procesos a fin de abordar sus retos organizativos. Estos sistemas heredados se vuelven cada vez más ineficientes, en parte porque a menudo no pueden interoperar con las tecnologías más recientes. Una empresa que depende de sistemas heredados de esta naturaleza normalmente tendrá dificultades a la hora de añadir software y servicios nuevos, como aplicaciones SaaS y API modernas.
En ocasiones, estos problemas pueden abordarse mediante integraciones de punto a punto entre sistemas existentes. A la larga, no obstante, estas integraciones pueden ocasionar diversas dependencias, frágiles y complejas, que supongan una pérdida de clientes y recursos para las empresas, ya que son propensas a errores por naturaleza.
Otro reto para las empresas a la hora de trazar su estrategia de API es la falta de acceso a herramientas eficaces para el diseño, las pruebas y la supervisión de las API, así como de una comunidad dinámica de desarrolladores que pueda ofrecer comentarios e información crítica sobre el diseño y las funciones de estas. Se trata de factores de suma importancia para que una empresa pueda crear API atractivas y bien diseñadas que se adopten ampliamente. Por todo ello, tendrá que diseñar, desarrollar, proteger, supervisar y gestionar API.
Como parte del reto tendremos la transformación de dominios funcionales como enfoque para analizar y diseñar la estrategia de apificación y la priorización del roadmap con una visión de las necesidades de negocio. También haremos uso de modelos de referencia para que determinados sectores existen modelos con un grado de madurez que aceleran la adopción de una estrategia de apificación apoyada en un estándar previamente validado y homogeneizado, tipo BIAN, Open Insurance…
El fin será disponer de productos digitales como palanca para diseñar una estrategia digital cono API de producto donde se diseñe el modo en que se quieren exponer las capacidades y servicios de negocio de la compañía y que a su vez pueden ser personalizados para los distintos canales y terceros a través de las API de Experiencia.
Gestión, diseño y desarrollo de API, simplificados
Gracias a herramientas que respaldan estas prácticas y empresas como atSistemas que analiza, implanta, desarrolla y mantiene en cada paso del desarrollo y la implementación de API, podremos:
- Fomentar la colaboración y el uso de API dentro de la comunidad de desarrolladores
- Conseguir rápidamente llevar una API del concepto a la realidad, rápidamente
- Gestionar y supervisar la API y a los desarrolladores de aplicaciones que las utilizan (contratos, SLA, llamadas, etc.).
- Gestionar políticas para asegurar el cumplimiento, la seguridad y la calidad del servicio.
- Analizar el uso, el cumplimiento con SLA y el rendimiento general de las API.
- Impulsar la interacción mediante API.
De esta manera podremos facilitar a las empresas diseñar, desarrollar, implementar y supervisar API útiles y atractivas, incluso cuando deben integrarse con sistemas heredados. También permitiremos aprovechar datos útiles que ya están almacenados en sus sistemas internos y emplea una estrategia de API completa para mejorar la captación de clientes, optimizar las operaciones empresariales y llevar nuevos productos y servicios al mercado.
Ahora sí, las empresas pueden acceder a una comunidad de creativos desarrolladores y habilitar nuevas formas de interacción entre los clientes y sus marcas. Además, proporcionar herramientas optimizadas que los departamentos internos pueden utilizar para mejorar las operaciones y trabajar de manera más eficiente.