¿Qué es el Design Thinking?

Ago 22 2019

Por  Xavier Roda Bertomeu

El “Design Thinking” se ha convertido en los últimos tiempos en una herramienta de gran utilidad enfocada a fomentar la innovación en las organizaciones de forma eficaz y exitosa. Cuando se aplica esta metodología, se generan importantes beneficios en la generación de ideas y el diseño de soluciones para los clientes, permitiendo a las empresas obtener mejores resultados en la comercialización de estas.

 

El “Design Thinking” se presenta como una metodología para desarrollar la innovación centrado en las personas, fijándose en observar los retos, detectar nuevas necesidades, y finalmente, solucionarlo. Su enfoque se “alimenta” de la sensibilidad del diseñador y su método de resolución de problemas para satisfacer las necesidades de las personas de una forma que sea tecnológicamente factible y comercialmente viable.

 

Por tanto, el “design thinking” se centra en el proceso de diseño, dejando en un segundo plano el producto final, e integra enfoques de diferentes campos mediante la participación de equipos multidisciplinares.

 

¿Para qué sirve? ¿Quién lo utiliza?

 

El “Design Thinking” se puede aplicar allí donde la interacción con los clientes o usuarios nos ofrezca un problema por resolver o mejorar y donde las potenciales alternativas para su solución sean más diversas.

El Design Thinking es una metodología utilizada para solucionar problemas complejos a través de nuevas ideas y encontrar soluciones para los clientes. Esta práctica va más allá del flujo convencional problema-solución, e involucra la habilidad de la intuición, reconocer patrones, construir ideas que sean emocionalmente significativas y apreciadas, además de otras etapas como la creación de prototipos y la puesta a prueba.

 

¿Cómo funciona?

 

El proceso tiene seis pasos: empatía, Definición, Idealización, Desarrollo de prototipos, Puesta a prueba y Entrega.

 

 

 

Fase 1. Empatía

 

Esta etapa debe ser para aprender tanto como sea posible sobre el tema y sobre los futuros usuarios de la solución que será resultado de este proyecto.

Para esto es necesario centrarse en las perspectivas del usuario, observar sus acciones, aprender sus necesidades y ser capaz de ponerse en su lugar. La entrevista es una herramienta que ayuda con la empatía. Al elegir a las personas involucradas en su tema, al observar y entrevistar, y al aprender con las vivencias y emociones, aumentará su perspectiva. Se debe buscar también aprender con los extremos; los usuarios expertos y análogos no traerán solo nuevas visiones, sino que también serán los puntos límites en su franja de usuarios.

 

Fase 2. Definición

 

Es el “punto de vista”, claro y objetivo para todo el equipo, del problema delimitado.

En este paso se delimita el problema, usando el registro de las necesidades y conocimientos que fueron descubiertos durante el proceso de empatía. Esta información será compartida con el equipo de desarrolladores, de manera que cada uno pueda tener la misma perspectiva. Aquí, ciertas herramientas como la creatividad de las personas pueden ayudar en el proceso, que dará lugar a una definición mucho más clara sobre el problema.

 

Fase 3. Idear

 

Se trata de la etapa de creación de alternativas, sin juicio, y de conceptos direccionales.

En otros procesos creativos, se usa mucho la conocida herramienta de lluvia de ideas. Esta herramienta debe utilizarse también aquí e ir más allá. Esta es la fase de crear muchas opciones inesperadas para el problema definido en la etapa anterior.

Las soluciones realmente inesperadas vendrán de la diversidad del equipo en actuación, como se mencionó anteriormente. No enjuiciar las ideas durante su construcción también es un factor fundamental para que el proceso fluya. Quizás no generen una idea de valor, pero crearán nuevas conexiones entre las ideas de todos, reforzando la oportunidad de que nuevas y grandes surjan. Por último, permitir que la combinación de ideas genere nuevas ideas para el ejercicio de la creatividad y la innovación. La probabilidad de alcanzar una idea genuina y representativa del problema será aún mayor.

Después de llegar al punto en que hay muchas ideas esparcidas por el local, el equipo debe elegir uno o más conceptos que sirvan al problema ya definido. Esta nueva definición servirá para el próximo paso.

 

Fase 4. Construir prototipos

 

Experimentar y aprender.

Construir prototipos debe pensarse como una actitud y no como algo que debe ser entregado. En esta fase no se busca la solución correcta, sino cómo aprender lo más rápido posible. Un prototipo debe ser algo pequeño y simple, para que sea posible aprender lo que funcionará o lo que debe ser descartado.

La mejor opción para un prototipo es que sea experimental, la interacción del material con el usuario será capaz de exponer lo que realmente funciona.

 

Fase 5. Prueba

 

La recolección de las experiencias adquiridas con los prototipos.

En este momento las soluciones que fueron idealizadas y desarrolladas como prototipos serán validadas por el usuario, que debe ser libre para probar de n maneras el prototipo que le sea confiado. En base a la evaluación del uso, la observación, el cuestionamiento y la opinión, será posible saber lo que funcionó. Ahora que se recibieron comentarios y los nuevos puntos fueron comprendidos, el prototipo puede ser adaptado y los nuevos usuarios pueden utilizarlo, con el fin de renovar el ciclo de revisión.

 

Fase 6. Entrega

 

Su primer resultado entregable.

Después de adaptar varias veces su prototipo y recoger informaciones positivas y negativas, se da el momento de concretar, junto al equipo, lo que será el entregable.

En este punto el ciclo se renueva. Una vez que esta entrega está lista, puede presentarse al usuario inicial y también al experto. Con cada nueva interacción, se presentará un nuevo producto más maduro y más próximo a su objetivo final.

 

Conclusiones

 

En resumen, el “design thinking” es una metodología de gran utilidad y que, cada vez más, es usada por las organizaciones más innovadoras para desarrollar productos y soluciones exitosas gracias al conocimiento sobre los usuarios y a la formación de equipos multidisciplinares que ofrecen diversos puntos de vista durante el diseño de los mismos. Y es que, por definición, esta metodología lleva implícita la necesidad de observar a los usuarios con el objetivo de buscar soluciones que se centren en ellos.

Xavier Roda


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